Roy McComb, un trabajador normal de oficina, es emocionalmente torturado con visiones premonitorias de alta precisión de los desastres mortales y horribles ataques terroristas.
Sobre él[]
Con el fin de hacer frente a las imágenes de lo acosan, se ve obligado a señalar (o Construir sus Desastres mentales)
los desastres. Originalmente, tratando de encontrar la manos de Dios, o incluso la del diablo, detrás de su precogniciones, finalmente no es capaz de encontrar ninguna explicación racional a sus visiones , se autosugestiona diciéndose que está loco.
Tras el ataque contra el autobús matando a varios civiles, así como la agente de la DEA, Evelina Mendoza, el FBI se entera de las pinturas de Roy, y lo llevan a interrogar. Borrando todas las sospechas , aunque reconoce algún tipo de vínculo con las personas responsables de varios ataques terroristas, incluyendo los del autobus, Roy es entregado al Dr. Walter Bishop y la agente Olivia Dunham.
Como resultado, Roy era un viejo "paciente" de Walter, desde el momento antes de su internación en el manicomio. Roy había permitido que el médico llevara a cabo lo que se suponía que eran inofensivos experimentos , con el fin de ganar dinero para su educación. Como resultado Roy se ha convertido en un receptor de radio para los mensajes enviados a través de lo que se refiere a Walter como una red fantasma (que por pura coincidencia Roy capta esas señales, las señales de los terroristas), y causar así las imágenes en su cabeza.
Después de ser capaces de rastrear a los terroristas, gracias a los mensajes recibidos por Roy, Walter lo "cura" , de manera efectiva liberándolo de alguna de las imágenes o precogniciones de otros.